La imprudencia al conducir, el exceso de velocidad y la falta de infraestructura peatonal provocaron una segunda víctima mortal. Esta vez, una mujer fue atropellada en la avenida Agustín Freire, en el norte de Guayaquil.
Norma Beatriz Sánchez Adrián se convirtió en la segunda víctima mortal que deja en Guayaquil el exceso de velocidad, la imprudencia al conducir y la inadecuada infraestructura peatonal. La mujer fue atropellada este martes en la avenida Agustín Freire Icaza.
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Ocurrió cuando ella cruzaba uno de los tres carriles, en sentido oeste-este, que tiene esta vía. Es una zona comercial y residencial, pero los automóviles y buses circulan a exceso de velocidad.
A esto se suma que ese tramo de la vía, entre las avenidas Rodolfo Baquerizo Nazur y Antonio Parra Velasco, no tiene semáforos ni reductores de velocidad. Eso obliga a que las personas, que tienen prioridad en la vía, deban esperar por algunos minutos a que cese al tráfico vehicular o cruzar con la esperanza de que algún conductor se decida a reducir la velocidad.
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Pero este no fue el caso. El cuerpo de la mujer quedó tendido en la calzada, mientras el conductor que la asesinó, huyó del lugar. Sus familiares acudieron al lugar, al igual que agentes de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), para el levantamiento del cadáver.
No habían pasado ni 24 horas de que un bus de Metrovía atropelló a María Cristina Rodas Illescas cuando cruzaba por la calle Boyacá en su intersección con el boulevard 9 de Octubre, en pleno centro de la ciudad.
Las muertes de estas dos ciudadanas son una muestra de la inseguridad en nuestras vías. Mientras no reduzcamos los límites de velocidad y no se implemente infraestructura que priorice a los peatones y no a los vehículos, seguiremos lamentando estos crímenes viales.
#MenosVelocidadMásVida
