¿Cómo sería la vida en las ciudades si sus habitantes pudieran resolver sus necesidades de trabajo, estudio, ocio y más, con una caminata o bicicleteada de 15 minutos o menos? Para muchos ciudadanos de todo el mundo sería un sueño realidad, para otros es una aspiración imposible. Conoce de qué se trata la iniciativa.
Todos los que viven en una ciudad deberíamos tener acceso a los servicios urbanos esenciales a 15 minutos a pie o en bicicleta, desde cualquier punto. Básicamente esa es la premisa del concepto urbano denominado ‘Ciudades de 15 minutos’. Este enfoque no es del todo nuevo, aunque en los últimos tiempos ha sido estudiado y debatido largamente, tanto en flamantes propuestas de gobierno en todo el mundo como en el universo de las redes sociales.
Entre los servicios básicos que deberían estar al alcance de una corta caminata o una breve cicleada están la seguridad ciudadana, defensa y justicia, recintos feriales, cementerios y servicios funerarios, servicios de la administración pública y telecomunicaciones. También se incluye a los servicios diarios, como abastecimiento de alimentos y consumo (es decir, las compras), educación, atención médica, el ocio e incluso el trabajo.
Este enfoque tiene como objetivo reducir la dependencia del automóvil, promover una vida saludable y sostenible y mejorar la calidad de vida de los habitantes de los ciudadanos.
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Las raíces del concepto se remontan a las primeras iniciativas de planificación urbana donde la accesibilidad para peatones y la vida en comunidad eran la prioridad, antes de la llegada de los automóviles y las redes de calles y avenidas.
En la realidad sabemos que no todos vivimos en ciudades de 15 minutos. Para la mayoría de habitantes, trasladarse solamente a los trabajos, en promedio, toma alrededor de una hora en buses y automóviles en las principales ciudades de Ecuador. Esa es una de las principales causas del tráfico de lunes a viernes, miles de personas deben movilizarse por las urbes de sur a norte, de este a oeste, y viceversa, desde sus casas a oficinas y sitios de empleo. A esto se le suma expresos escolares, entre otros.
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Por qué se retomó el concepto de Ciudades de 15 minutos en los últimos años
El concepto ganó fuerza en los últimos años después de que la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, incluyera un plan para implementar el concepto de ciudad de 15 minutos durante su campaña de reelección de 2020. Desde entonces, varias ciudades de todo el mundo han adoptado el mismo objetivo y al momento muchos investigadores utilizan este modelo como herramienta de análisis para evaluar los niveles de accesibilidad dentro del tejido urbano.
La crisis climática en curso y la pandemia global de covid han provocado que más personas se volteen a revisar este enfoque. Por ejemplo, en julio del 2020, el Grupo de Liderazgo Climático de Ciudades C40 publicó un marco para que las ciudades “reconstruyan mejor” utilizando el concepto de 15 minutos, refiriéndose específicamente a los planes implementados en Milán, Madrid, Edimburgo y Seattle después de los brotes de coronavirus. La idea era que al limitar movilizarse largas distancias y en transportes masivos, se favorecía el distanciamiento social y era posible poner a raya los contagios.
Beneficios de implementar ciudades de 15 minutos
La ciudad de 15 minutos, con su énfasis en la caminabilidad y la accesibilidad, se ha presentado como una forma de servir mejor a los grupos de personas que históricamente han quedado fuera de la planificación urbana, como las mujeres, los niños, las personas con discapacidades y los ancianos.
También se enfatiza la infraestructura social para maximizar las funciones urbanas como escuelas, parques y actividades complementarias para los residentes. Además, hay un gran enfoque en el acceso a los espacios verdes, lo que puede promover impactos ambientales positivos, como aumentar la biodiversidad urbana.
Los estudios han encontrado que un mayor acceso a espacios verdes también puede tener un impacto positivo en la salud de los habitantes de una ciudad, porque los residentes que viven cerca de espacios verdes hacen más ejercicio, lo que mejora su salud física y mental. Igualmente reduce el estrés y las emociones negativas, aumentando la felicidad, mejorando el sueño y promoviendo interacciones sociales positivas.
Críticas y limitaciones de las ciudades de 15 minutos
No todo son aplausos y felicidad para este enfoque. Si bien la teoría tiene muchos beneficios potenciales, incluida la reducción de la dependencia del automóvil y la promoción de la accesibilidad para peatones en las zonas urbanas, también tiene limitaciones.
La principal limitación es la dificultad de implementar el concepto de ciudad de 15 minutos en áreas urbanas establecidas, donde los patrones de uso del suelo y la infraestructura ya existen. Además, el concepto puede no ser factible en áreas con baja densidad de población o en comunidades de bajos ingresos donde las opciones de transporte son limitadas.
Las investigadoras Georgia Pozoukidou y Zoi Chatziyiannaki, de la revista Sustainability, dicen que la creación de núcleos urbanos densos y transitables a menudo conduce a la gentrificación, es decir, al desplazamiento de los residentes de bajos ingresos a los barrios periféricos, debido al aumento del valor de las propiedades.
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Para contrarrestar esto, Pozoukidou y Chatziyiannaki abogan por que las disposiciones sobre viviendas asequibles sean parte integral de las políticas de ciudades de 15 minutos. Si no, las académicas argumentan que implementar el modelo podría ser colonialista y perpetuar el daño a las comunidades marginadas.
Teorías de conspiración promueven concepto errado
Más recientemente los críticos de este enfoque han empezado a circular publicaciones que sostienen que poner en marcha esta teoría significa confinar a los ciudadanos en sus vecindarios. Uno de ellos es el reportero australiano Rowan Dean, quien afirma que este diseño urbano “mantiene a las personas encerradas y les niega la libertad de movimiento”.
La agencia EFE, a través de su iniciativa Verifica, ha salido a explicar que en ningún momento las ciudades de 15 minutos desean encerrar a los ciudadanos en sus vecindarios, sino más bien limitar el tráfico de vehículos con el objetivo de recuperar espacios urbanos para las personas y limitar el calentamiento global.
Según el reporte de EFE, el transporte representa 27 % de emisiones globales y es la principal fuente de contaminación del aire a nivel mundial. Además, de acuerdo con la OMS, nueve de cada diez personas viven con niveles nocivos de contaminación del aire.