Nuestro columnista Gino Mera Giler nos recuerda la transformación que ha tenido esta calle en el centro de la ciudad y la necesidad de generar circuitos peatonales para dar prioridad a las personas.
La calle Panamá, conocida también como el puente de las 800 Varas, la calle del Puente o la calle de la Libertad. Su ubicación y sus antecedentes la convierten en un referente histórico y cultural.
La calle, como patrimonio urbano, junto a ciertos edificios con valor patrimonial que se localizan en el sector, integran un conjunto que tiene características únicas que le dan el potencial necesario para ser un centro cultural y turístico del sector, sin embargo, se encuentra subutilizado como infraestructura pública.
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Entre 2013 y 2016 se realizaron los primeros trabajos de la regeneración urbana de la calle Panamá, desde Junín hasta Loja. Los trabajos realizados consistieron en la reducción de los carriles vehiculares para ampliar las aceras y con ello el paseo peatonal de visitantes.
Se enterró el cableado público, se instaló mobiliario moderno y nueva iluminación y se pintaron y repararon las fachadas de los edificios vecinos. Los conceptos originales del diseño eran fortalecer la caminabilidad y crear una calle comercial enfocada en las artes y el turismo, considerando que es un sector de hotelería cercano a Malecón 2000.
A partir de 2020 se proponen una serie de proyectos complementarios que servirán para recuperar la vida y el dinamismo que tradicionalmente concentraba este sector, y que deberá involucrar la participación de diversos actores locales, lo que permitirá mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y usuarios del espacio urbano.
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Todos estos proyectos deberán considerar la implementación de cruces seguros, sobre todo la conexión con el Malecón, garantizar acceso universal, garantizar la comodidad en las calles con árboles para proveer sombra a las personas y protección solar, mejorar la conectividad a rutas de autobuses y bicicletas que permita desincentivar el uso del auto privado, incentivar el comercio en general, atraer a posibles residentes con oferta de vivienda accesible.
¿En qué consiste el plan de intervención en la calle Panamá?
El proyecto se está ejecutando en fases. En la primera ya se modificaron las normas para implementar los cambios de usos de suelo en esta calle. Estos proyectos van a generar mayor tránsito peatonal y actividades comerciales complementarias.
Las intervenciones en proceso y por ejecutar se han dividido en las siguientes fases:
- Intervención de plazas: Ya se ha ejecutado la plaza de Luzarraga y la plaza Imbabura. Está por ejecutarse la plaza de Magallanes
- La Plaza de Magallanes contiene procesos expropiatorios: Comprende las expropiaciones de predios particulares para efectos de implementar plazoletas. Los predios para expropiar son dos: en la calle Imbabura, entre Vicente Rocafuerte y Panamá; y otro en Panamá entre Imbabura y Tomás Martínez
- Otra etapa del proyecto es el complemento con una serie de murales de connotados artistas nacionales que crean un museo abierto y enfatizan en la creación de una ruta artística, complementada con los museos del sector. Con esta obra se aspira a incentivar la reactivación económica.
En su conjunto, el proyecto “Paseo de las Artes calle Panamá” se extiende a lo largo de siete cuadras de esta tradicional arteria, desde Junín hasta Loja. La muestra consta de ocho obras que se materializan en obras bidimensionales de cinco artistas: Peter Mussfeldt, Jorge Velarde, Lorena Peña, José Luis Macas y Tayron Luna. La segunda etapa se desarrollará una vez que se nivele la calzada de la calle Panamá, con tres obras de carácter tridimensional de los artistas Larissa Marangoni, Carlos León y Juana Córdova.
Ahora contamos con La Perla y la Aerovía, además de las nuevas obras que se van a realizar. Este proyecto debe ser complementado con un plan de seguridad continuo que le dé confianza al caminante. En el sector, a partir de la calle Luzárraga hay cafeterías, restaurantes y hoteles que aspiran que con la nueva regeneración la calle Panamá se active comercialmente y se vuelva un ejemplo de los nichos que con atención y con un trabajo integral pueden resurgir económicamente.
La calle Panamá debe enlazarse con el proyecto de peatonalización del bulevar 9 de Octubre hasta la Plaza del Centenario, convertirlo en un circuito caminable y turístico y complementarlo con el proyecto de recuperación de la residencialidad del centro.
Queremos tener un centro vivo otra vez. Debemos recuperar el centro e incentivar la caminabilidad, la ciudad de los 15 minutos, con facilidades para la movilidad sostenible y dinámica las 24 horas del día. Ese es el Guayaquil del futuro que queremos, la ciudad del futuro.