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La bicicleta no solo sirve para entretener la vida de los niños sino que les permite transformar sus vidas, sobre todo cuando las condiciones socioeconómicas son desfavorables. En Manabí, un niño la utiliza para ayudar a su familia.
Para muchos, la bicicleta cada vez más es un recurso de su historia cotidiana. Para algunos es su medio de transporte preferido, en especial en estos tiempos de pandemia, cuando la bici ofrece la alternativa más segura de viaje al garantizar un debido distanciamiento que evita posibles contagios por el coronavirus.
Para otros, es una herramienta de trabajo que les facilita movilizar pedidos o encargos. Y para más de uno es un instrumento empoderador: posibilita una autonomía de movimiento, libertad de distancias e independencia ante los combustibles, sobre todo cuando surgen restricciones vehiculares.
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En ese contexto, hace pocos días llamó la atención un niño procedente de Jaramijó (Manabí), quien solicitó la gestión del municipio de su ciudad para reparar su bicicleta. El pequeño es Juan, de 10 años, y su bici había sufrido unos desperfectos en el cuadrante, con lo cual no podía cumplir los diversos mandados que realiza para ayudar a sus padres económicamente.
De acuerdo a un comunicado del Municipio de Jaramijó, el hecho se registró el pasado 24 de marzo en la oficina del alcalde Simetrio Calderón. La intención de Juan fue solicitar en préstamo 20 dólares para el arreglo de su bicicleta, a cambio de mandados y otros encargos para el funcionario. No obstante, él decidió donarle una nueva bicicleta en reemplazo de la deteriorada.
La madre del menor, Tania Arcentales, dijo desconocer la reunión entre el alcalde y su hijo. Sin embargo defendió la actuación de Juan: «Siempre le he dicho que mil veces pida prestado y jamás meter la mano al bolsillo de otra persona… a la edad que él tiene me conmueve lo que ha hecho. La bicicleta que tenía se le había destruido tanto que ya casi no le servía, y él de su propia decisión hace mandados a los vecinos y se ayuda».
En esta ocasión, la bicicleta nos acerca a una historia de necesidades pero también de superación. Nuestro vehículo favorito no solo aporta al cuidado del medioambiente y de nuestra salud, además de reducir la congestión, sino que también se convierte en un medio de transformación para mejorar la calidad de vida en nuestras ciudades.
#LaBiciEsElCambio





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