Los puentes de la Unidad Nacional son viaductos usados a diario por decenas de personas que circulan en bicicleta y a pie. Sea por trabajo o cualquier otra razón, cruzan desde Guayaquil a Samborondón, Durán y viceversa.
Sin embargo, la ciclovía que existe en estas infraestructuras está sucia y se observan restos de estructuras metálicas abandonadas, cables y otros materiales que impiden circular por ese carril. Hay ciclistas que optan por subir al espacio peatonal para avanzar, debido a esta situación.
El descuido ocurre en el puente que une Guayaquil y Samborondón como en el que une éste último cantón con Durán, como parte del complejo vial de la Unidad Nacional. En las tres ciudades conviven ciudadanos que se movilizan a diario en bicicleta o a pie por diferentes motivos.
Incluso, en el puente Durán-Samborondón se observan más de 20 cajas de conexiones eléctricas que no tienen las tapas de protección, lo que se vuelve en un riesgo para quien camina o pedalea por ese espacio.
Por eso es importante que se dé mantenimiento a las ciclovías y se dote de la señalética necesaria para informar a las personas que andan en bicicleta sobre este espacio, y para exigir a los conductores de auto que se las respete y no se bloquee el paso. Esta tarea corresponde al Ministerio de Transporte y Obras Públicas.
El artículo 204, literal B, de la Ley de Tránsito, otorga derecho a los ciclistas a “disponer de vías de circulación privilegiada dentro de las ciudades y en las carreteras, como ciclovías y espacios similares”. Por eso exigimos que estos carriles estén en buen estado porque sino equivale a no tenerlos.