En nuestra segunda entrega de #LaBiciMeEmpodera, Diana González nos dice que la bicicleta le ayudó a vencer los miedos que tenía de andar en la ciudad. Cree que el mayor reto de las mujeres en bici es dejar atrás el miedo al acoso, que no debe existir.
Entrevistamos a Diana González, diseñadora que se moviliza en bicicleta por las calles de Guayaquil. Es la segunda entrega de nuestra nueva sección #LaBiciMeEmpodera, donde recogemos historias de mujeres que han optado por la bici como su medio de transporte.
¿Qué significa para ti andar en bicicleta, a diferencia de caminar o usar vehículo?
Significa tener más libertad de movimiento. Ir a mi ritmo, disfrutar del paso no tan rápido de la ciudad, al contrario del caos y la rapidez de ir en auto. También vencer los miedos que tenía sobre la ciudad.
¿Qué representa el antes y después, en tu caso, de andar en bicicleta?
Antes, como decía, me daba un poco de miedo la ciudad, porque es un poco violenta e insegura. Estar más cerca de las calles me ha ayudado a entenderla y aceptarla de mejor forma.
¿Cuáles consideras que son los principales retos de una mujer al andar en bicicleta en la ciudad?
Como mujer, el principal reto es dejar atrás el miedo a los hombres hablándote, diciéndote cosas y molestándote, cuando no deberían ni siquiera hablarte. Al ser mujer, yendo a pie o en bicicleta, te exponen, sin hacer nada salvo existir, a que los hombres te acosen. Eso solo se termina cuando lo enfrentas.
¿Qué tipo de empoderamiento te ha dado la bicicleta al usarla?
Valor, menos temor, más alegría.
¿Qué recomendaciones darías a las mujeres que quieren andar en bicicleta en la ciudad y, por cualquier motivo, no se animan?
Solo les dirían que, si creen que la ciudad es más insegura en bicicleta, es mentira. Si lo es, es indiferente en qué te muevas. Y que las cosas solo cambian cuando las enfrentas y tomas acciones para que cambien. Les diría que no implica mayor peligro en tu vida y tiene muchos beneficios para uno y para el ambiente también.